Tu Rueda, especialistas en servicios de neumáticos, estrenamos nuestro blog hablando de la resistencia a la rodadura
En Tu Rueda, somos una empresa andaluza especializada en servicios de neumáticos. Todo lo relacionado con el sector del neumático es parte de nuestra vida, por lo que nos consideramos expertos en la materia. En el día de hoy, hablaremos de la resistencia a la rodadura.
La resistencia a la rodadura representa entre un 20% y un 30% de la energía destinada a mover las ruedas de un vehículo. Esta fuerza se opone al desplazamiento del automóvil y se origina por el fenómeno que ocurre en la zona de contacto del neumático con el asfalto.
Se trata de una fuerza que se opone al movimiento de rodadura y es originada cuando el cuerpo que rueda sobre una superficie se deforma, o es la superficie la que se deforma, o pudiera ser que sean ambos a la vez los que se deforman. Esta deformación, aunque sólo sea ligera, es producto de las presiones existentes en los puntos de contacto entre el cuerpo rodante (la rueda) y la superficie de rodadura (el asfalto).
En el caso de la resistencia a la rodadura que se origina en el tren de rodaje de un vehículo hay que tener en cuenta dos orígenes distintos generados por este fenómeno: La resistencia a la rodadura originada por los rozamientos internos de los rodamientos de las ruedas y la resistencia a la rodadura originada por el contacto entre el neumático y la superficie de la calzada. Las resistencias causadas por estos dos fenómenos descritos se suman para formar una fuerza única de resistencia en cada una de las ruedas.
Origen de la resistencia entre la rueda y la superficie
Cuando una rueda comienza a rodar no se intuye ninguna fuerza que se oponga al movimiento, siendo su perfil exterior como el de una circunferencia, debería rodar por una superficie horizontal sin ningún impedimento. En este caso, la resistencia a la rodadura se origina por la deformación del neumático en su superficie de contacto con la carretera. Ésta superficie de contacto es la zona del neumático que se aplasta debido al peso del vehículo y forma un pequeño plano paralelo al suelo y en contacto con éste. Éste fenómeno también es conocido como huella.
Para obtener una buena eficiencia de rodadura en un automóvil, sin poner en jaque la seguridad del mismo, el aspecto más importante a tener en cuenta es el mantenimiento de los neumáticos. Por ello, controlar su presión de inflado es crucial para evitar una mala adherencia y un maltrato de los mismos. En el caso de existir sobrepresión se origina una falta de adherencia causada por una reducción de la huella de contacto del neumático, que apoya mayoritariamente por la zona interior de su banda de rodadura. Este efecto además provoca un desgaste irregular de los mismos erosionando con mayor rapidez su zona interior de contacto con la calzada. En el caso de existir una falta de presión, la fuerza de resistencia a la rodadura aumenta y, debido al fenómeno de histéresis, se produce un sobrecalentamiento de los neumáticos y un desgaste irregular por sus flancos. Este efecto maltrata el neumático llegando a provocar su destrucción por reventón en situaciones de máximo estrés, cuando se realizan trayectos largos con baja presión y la temperatura ambiente es alta. Además, circular bajo estas condiciones incrementa el consumo de combustible y emisiones notoriamente.
Para cualquier duda que tengas sobre las ruedas de tu vehículo, no dudes en acudir a nuestra empresa especializada en servicios de neumáticos. Si necesitas asesoramiento, no lo dudes, acude a Tu Rueda.
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